Conociendo a la fundadora de My Island Retreats, Erin Knowles

"Para mí, como para la mayoría de las personas que trabajan en el ámbito del bienestar, la energía de un local es tan importante como las instalaciones que ofrece. Sé inmediatamente si está bien, y si no lo está. Can Alamar es propiedad de la misma familia desde hace 50 años y se nota el cariño con el que se cuidan la casa y los terrenos. Parece un hogar que ha cobrado vida de forma orgánica, con todos los toques de dulzura que se desean y nada demasiado perfecto o demasiado cuidado. Los terrenos, que abarcan 12 acres, son exuberantes y amplios, pero también dan la sensación de ser un verdadero jardín secreto, perfecto para tomarse un tiempo personal entre las arboledas de cítricos y las terrazas. La casa es luminosa y aireada, con habitaciones y espacios comunes muy bien presentados, y con el tamaño justo para ponerse frente al fuego en las noches más frías".

Cada uno de los espacios de Can Alamar ha sido perfectamente creado para la relajación y la sensación de bienestar. Desde la amplia cubierta de yoga situada en el bosque hasta la yurta tradicional mongola y las pequeñas zonas escondidas para la meditación o simplemente para la contemplación tranquila, es una gran opción para los retiros espirituales y de sanación. Además, la casa cuenta con dos piscinas, una pista de tenis iluminada y numerosos patios y zonas de descanso. Después de haber visto muchas casas impresionantes en la isla, Can Alamar es la que ocupa un lugar especial en mi corazón y realmente creo que ofrece un entorno perfecto para que cualquiera pueda descomprimirse y restablecerse.